El Mundial Sub 20 que se disputa en Argentina comenzó sin la participación de La Roja, que no tuvo un buen desempeño en el Sudamericano de la mano de Patricio Ormazábal y que ni siquiera pudo clasificar al hexagonal final del certamen. Sin embargo, Chile supo ser protagonista de uno de los mayores escándalos en las citas ecuménicas de la categoría cuando un grupo de jugadores fueron sorprendidos en un burdel de Santiago.
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La magra participación de La Roja en el Mundial de Argentina
En 2001, el seleccionado nacional juvenil había logrado acceder a la competición internacional y quedó emparejado en su grupo con Estados Unidos, China y Ucrania. A pesar de que había grandes expectativas con respecto al rendimiento de La Roja en tierras albicelestes, lo cierto es que el combinado solo pudo cosechar un triunfo en tres encuentros y quedó en el último lugar, sin chances de participar de los octavos de final.
Poco antes de que comenzara aquel torneo en el que los anfitriones desfilaron, el fútbol chileno se vio sorprendido por una insólita revelación llevada a cabo por la ANFP: según trascendió, hasta ocho futbolistas de La Roja Sub 20 habían sido detenidos en el marco de una redada policial dentro de un prostíbulo. Por supuesto, las autoridades también dieron conocimiento a los medios de comunicación sobre el hecho.
El insólito hecho que protagonizaron los jugadores de La Roja
En principio, los integrantes de La Roja habían asistido a un local que tenía una fachada de "sauna" pero que en realidad impulsaba los encuentros con trabajadoras sexuales. Todos los involucrados debieron declarar en una comisaría, donde permanecieron un puñado de horas, y hasta debieron comparecer en el marco de un juicio. Los futbolistas en cuestión nunca fueron develados, aunque se supo que no habían cometido ningún delito.
Los integrantes de La Roja habían asistido a un local que tenía una fachada de "sauna".
Por otra parte, las fuerzas de seguridad locales advirtieron que los jugadores no estaban alcoholizados y drogados, pero sostuvieron que "estaban en el lugar equivocado en el momento menos indicado". Para colmo, con el objetivo de que los sospechosos no fueran atosigados por la prensa, no fueron apartados del plantel de cara al Mundial sino que, como castigo, se quedaron sin la prima que obtuvo el plantel completo de La Roja.
A su vez, los altos mandos de la ANFP argumentaron que los miembros de La Roja que se encontraban en el burdel no faltaron a la disciplina de la selección, sino que no habían concentrado y que por ello tenían permiso para retirarse del predio de Juan Pinto Durán. El suceso, lógicamente, se volvió noticia en todo el país.